Los cadáveres no sueñan. Esta vez Ethan Bush sin su equipo. Y un caso endiablado

LOS CADÁVERES NO SUEÑAN (Ethan Bush nº 2) (Spanish Edition) - Enrique Laso

Como os había comentado cuando leí la primera novela, los thrillers que siguen la investigación de crímenes complejos, suelen constar de dos  elementos que van más o menos a la par: los crímenes y la investigación en sí (que le dan la oportunidad al lector de aguzar su ingenio), y los investigadores (o en algunos casos menos frecuentes, los criminales).

Es cierto que si los crímenes son muy intrigantes o extraños, el libro puede resultar interesante aunque los que lo investiguen no lo sean tanto. Por otro lado, hay casos en los que la personalidad y las aventuras de los que investigan son más interesantes que los crímenes en sí (como suele pasar con lo que llaman en inglés ‘cozy mysteries’ al estilo de las novelas de Ágata Christie). Las mejore novelas del género consiguen establecer un equilibrio entre las dos facetas.

Los cadáveres no sueñan tiene un poco de todo. El caso es enrevesado, y claramente el resultado de una mente compleja y con muchos traumas (no, no me refiero al escritor), pero eso no quiere decir que sea fácil de resolver, sino todo lo contrario.

Y también tenemos a Ethan Bush, que vuelve, tan arrogante, inteligente, y enojoso como antes. El Ethan Bush maduro de años después nos da su comentario, no solo sobre el caso (en esto se calla muchas cosas, naturalmente), sino sobre sus propias acciones, así que en cierta forma actúa como un lector suplente (bueno, en realidad un autor).

Esta vez Ethan no tiene a todo su equipo (que de hecho no es “su” equipo, como le recuerda su jefe todo el tiempo) con él, y se ve obligado a trabajar con la patrulla local de Nebraska, e intentar llegar a compromisos con ellos, aunque eso no quiere decir que no use todos los trucos que pueda para salirse con la suya. Su inteligencia, sus dotes manipulativas, e incluso sus sentimientos se ven puestos prueba en este caso que es un gran reto para él.

Siento deciros a los que os guste resolver los casos mientras leéis la novela, que aunque tendréis muchos sospechosos, no vais a adivinar quién es. Aun así, os hará pensar y os llevará a cuestionaros muchas cosas.

Personalmente tengo muchas ganas de volver a Kansas para saber quién mató a Sharon Nichols, así que espero con ganas la llegada de Libélulas Azules.